Quien pensaba que la afirmación por la portavoz (no sé si lo es pero no quiero perder un segundo en averiguarlo, hay cosas más interesantes que hacer) de vox diciendo “que son de los nuestros”, sobre las conversaciones de un grupo de whatsapp y “el balazo en la cabeza a 26 millones de españoles” representaba el culmen de los despropósitos, no contaba con la voz viperina de la presidenta de la comunidad de Madrid. Cierto es que después de ver las trasformación de personajes como Felipe González (ex presidente y ex socialista) o el académico (ex peridodista y anti podemita declarado) Arturo Pérez-Reverte, cualquier cosa es posible en este país de pandereta.
Palabras textuales de un consejero reafirmando las declaraciones de su jefa sobre los chanchullos del rey emérito:
“Bueno, es que el principio de igualdad que establece la constitución -ehhh- es que, no es tratar a todos igual – ehhh- sino que es tratar a todos de -ehhh-, conforme a la situación específica de cada uno de lo, de las personas, es tratar igual a los iguales y desigual a los –ehhh- desiguales, todos somos iguales ante la ley y todos tenemos que ser tratados conforme somos”.
Este tipo tiene un cargo público, gana un pastón todos los meses y dice que es un demócrata. Por favor, leer detenidamente lo que acaba de decir. Hay una expresión clásica que define a la perfección a esta gente, y puedo asegurar que ese término está muy, pero que muy lejos de la palabra “democracia”: clasistas, supremacistas, elitistas, exclusivistas; llámenle como vean conveniente.
Es que está clarísimo, “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales”. Lo dirá por las caderas del campechano, tan desgastadas en su Bumba-Bumba.
Mientras el país se desangra y entra en bancarrota, cuando nuestro objetivo como sociedad debería ser acabar con los privilegios que atesoran estas mafias de lo público, afianzadas por las grandes corporaciones privadas, ellos incentivan la ignorancia y enfrentamiento entre los ciudadanos
“La poca vergüenza es como la vida”, palabras de Pérez-Reverte. Algo le ha quedado de sus años de juventud.
