“Nunca, nunca he visto en ninguna parte, en toda mi existencia y en mis años de vida tanta maldad, tanta crueldad, tanta mentira, tanta tergiversación. No existen las palabras para calificar de lo que han sido y siguen siendo capaces. No existe ningún perdón porque se carece de todo arrepentimiento. La maldad les acompaña allá donde estén…”
Estas palabras son las de un niño que sufrió los abusos sexuales de manera reiterada por parte de un “pastor de la iglesia” llamado Ramos Gordón en el colegio seminario San José de La Bañeza.
El próximo 21 de Mayo de 2021 serán beatificadas en la catedral de Astorga la tres enfermeras denominadas “Mártires de Somiedo” por orden del papa Francisco. La ceremonia, se supone, será celebrada por el Obispo de Astorga + Jesús, así firma el enviado del señor.
Sobre el caso de las enfermeras hay mucha información pero remito al siguiente enlace para aproximarnos un poco a la verdad sobre lo que sucedió en Somiedo a principios de la guerra civil, y no a lo que nos han querido contar sobre violaciones y maltrato. El asesinato de cualquier persona es injustificable, y más si está realizando una labor humanitaria. Lo mismo es el abuso y violación de menores.
Sobre – como decirlo- desvergüenza, falta de humanidad, indecencia, asco,..que produce la actitud de la iglesia ante los abusos de pederastas solo tenéis que leer ambas misivas: la del niño abusado y la del obispo de esta ciudad fallida.
Sin palabras.