El lunes se reanudó la vista sobre la extradición de Julian Assange, fundador de Wikileaks, en la que se decidirá si se acepta la solicitud de la administración Trump de extraditarlo a Estados Unidos.
Y nos negaron asistir por videollamada como observadores.
Queríamos estar. Necesitábamos estar para documentarlo, porque esta vista es un ataque preocupante contra el derecho a la libertad de expresión: Assange está acusado de haber publicado documentos clasificados a los que tuvo acceso como parte de su trabajo periodístico con Wikileaks y que informaban de posibles crímenes de guerra cometidos por el ejército de EEUU.
Si Julian Assange es extraditado a EEUU, podría ser condenado a hasta 175 años de prisión: juzgado por 18 delitos, 17 de ellos en aplicación de la Ley de Espionaje y uno en virtud de la Ley de Abuso y Fraude Informático.
Sólo quería darte las gracias, porque sé que tu firma es una de las más de 70.000 que ya le están apoyando y decirte que vamos a estar muy pendientes de lo que ocurra durante estas semanas.
Muchas gracias por no rendirte en la defensa de los derechos humanos.
Esteban Beltrán
Director de Amnistía Internacional – Sección Española