¿Quiénes son las bestias?

Comparte

Hay casos que son estremecedores. Sobre todo, cuando la bondad de los animales es infinitamente mayor que la de las personas.

Uno de esos casos es el de Marcos Rodríguez Pantoja.

Marcos nació en el 1946 en un pueblo de Córdoba, y es uno de los pocos casos documentados de niños salvajes en España.

Cuando tenía 3 años, emigró a Madrid con su familia, pero su madre murió al dar a luz a otro de sus hermanos. Su padre, poco tiempo después, decidió volver a casarse. Su madrastra le sometió a malos tratos continuados.

En los años 50, se trasladaron a Fuencaliente (Ciudad Real) en plena Sierra Morena. Los malos tratos hacia Marcos no paraban, y en un momento dado, vendieron a Marcos con 7 años a un terrateniente, el cual a continuación lo entregó a un cabrero. Con este pastor de cabras estuvo viviendo en cuevas, pero al poco tiempo el cabrero murió y el niño quedó solo y a su suerte en medio de la naturaleza.

En palabras de Marcos Rodríguez a la BBC: “Al principio yo lo pasé muy mal. No sabía qué comer, tenía miedo a los animales y al viejo. Pero después nos hicimos amigos y con los bichos también. Y así fue como empecé a sentirme muy bien. ¡Me sentía estupendamente!” “Para mí aquello era la gloria porque ya no me pegaban palizas», añade.

Durante 11 o 12 años, Marcos vivió aislado en Sierra Morena y conviviendo con los lobos que allí habitaban, y que le adoptaron como uno más de la manada. El niño sobrevivió entre lobos, cazando y pescando, y se comunicaba con los animales aprendiendo sus sonidos.

En 1965, le encontró la Guardia Civil, y le tuvieron que llevar a Fuencaliente amordazado y atado, ya que atacaba y aullaba como un lobo.

Su reinserción en la sociedad no fue fácil. Marcos estaba más asustado de la gente y de la sociedad que de la sierra, las cuevas, los lobos y las serpientes, con los que convivió muchos años sin problemas.

Fue internado en el Hospital de convalecientes de la Fundación Vallejo, en Madrid, y allí las monjas y los sacerdotes le enseñaron cosas tan básicas como andar erguido, hablar, vestirse o comer en la mesa.

Llegó a hacer el servicio militar, y trabajó como pastor y también en la hostelería, pero sufrió numerosos engaños y timos, al no conocer cómo funcionaba la sociedad y el dinero. Incluso por parte de su esposa.

Se trasladó a vivir a una localidad de Orense, donde fue acogido por un policía retirado; y finalmente fue apadrinado por una familia holandesa.

Es invitado por organizaciones y asociaciones (también ha aparecido en televisión), para contar su extraordinaria historia. Incluso se ha hecho una película sobre su vida: “Entre lobos” (2010)

Es triste tener que leer/escuchar del protagonista, que sus mejores años fueron cuando vivió entre lobos. Le jodió su padre, su madrastra, el terrateniente, su esposa y parte de la sociedad que se aprovechó de su ignorancia.

Ya sólo queda plantearse…, ¿Quiénes son las bestias?