¿Papel o digital?, la polémica está servida

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En los últimos años, existe una discusión de esas de “nunca acabar” entre si son mejores los libros y prensa en papel, o en formato digital.

Yo tengo que ser sincera, mi amor por los libros impresos, el tacto del papel, el ir a comprar el periódico los domingos… eso, para mí, no tiene precio. Supongo que viene de un antiguo oficio de bibliotecaria que tuve. No soy objetiva y lo de digo de antemano, pero intentaré escribir este artículo de la mejor manera posible.

Yo creo que aquí, principalmente, se debe en buena medida, a la relación que cada uno tiene con cada uno de los soportes, e incluso el vínculo emocional.

Las nuevas generaciones están acostumbradas a los formatos digitales. Los más “puretas”, estamos acostumbrados a los formatos tradicionales, y aun así ha habido una incorporación masiva de las nuevas tecnologías a nuestra vida, y cada vez más, gente de mayor edad elije el formato digital, ¿nos aproximamos a la muerte de las bibliotecas, las librerías y el papel?

Cuando trabajaba en Madrid y usaba mucho el transporte público, tenía un vicio secreto: iba fisgando los libros que leían los pasajeros (sabía cuáles eran los más leídos, como en su momento El Código Da Vinci). Hoy día es imposible, porque todo el mundo va con ebook, Kindle o un dispositivo similar (o lo que es peor, mirando el móvil).

No voy a negar las ventajas del formato digital:

  • Ocupan menos espacio y pesan menos, lo cual es una ventaja enorme.
  • Son más fácil de portar, puedes llevar varios libros en un mismo dispositivo, y no te encuentras con problemas de espacio.
  • Más baratos, y más fáciles de adquirir. Un libro en formato digital puede llegar a costar un 50% menos que el mismo libro en papel. Además, lo tienes en minutos a golpe de click.

Las editoriales y la prensa en papel están pasando momentos difíciles, sólo por los acérrimos defensores de la lectura en papel, todo el mundo prefiere darle al botón y leer. Pero vamos a analizar también sus ventajas, porque no todo son peros:

  • El papel nunca falla. No se queda sin batería ni deja de funcionar de repente.
  • Se pueden regalar y prestar (aunque nunca prestes un libro que deseas que te devuelvan).
  • No generan basura tecnológica; es cierto que se derriban árboles, pero estos son un recurso renovable “siempre que los bosques y plantaciones estén bien gestionados” afirma Greenpeace.

Un estudio publicado en 2010 (“Family Scholarly culture and educational success: Books and schooling in 27 nations”) basado en más de 70.000 casos de 27 países, comprobó que los niños criados en casas con muchos libros, su rendimiento escolar era mayor y sus carreras académicas duraban, de promedio, tres años más que las de quienes crecieron en casas sin libros. He comprobado que está publicado en una revista científica de impacto, pero no lo he leído completo como para conocer totalmente el rigor de este estudio.

En otra encuesta realizada en 2018 por la web wearetester.com, los resultados daban como ganador al libro en papel con un 78,4%, frente al formato digital con un 21,6% de seguidores; pero la muestra se realizó sobre 1000 personas, lo cual, personalmente no me parece demasiado representativo, teniendo en cuenta los hábitos de lectura y los porcentajes de libros que lee la población.

Mi santo cree que el papel terminará desapareciendo, dejando paso a la tecnología; yo creo que mientras sigamos existiendo este reducto de románticos apegados a lo antiguo, hay esperanza de que eso no ocurra.

Y usted, ¿Qué prefiere?