¿Qué es esto del desarrollo?

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En mi tierra yo me levantaba tranquilo por la mañana. No tenía que preocuparme por ropa porque mi casa estaba aislada, rodeada de mis chacras y del monte. Con toda la paz me quedaba mirando la naturaleza inmensa del Río Santiago mientras mi mujer preparaba el fuego. Me refrescaba en el río y salía con la canoa a dar una vuelta para traer algunos cunchis o tarrafear unas mojarras, todavía con las primeras luces.

Sin preocuparme de la hora, regresaba. Mi mujer me recibía contenta,
preparaba los pescados y me daba mi Cuñushca, calentándome junto al fuego.
Conversábamos mi mujer, mis hijos y yo hasta que la conversación se acababa. Después ella se iba a la chacra y yo con uno de mis hijos al monte. Andando por el monte enseñaba a mi hijo como es la Naturaleza, nuestra historia, todo según mi gusto y las enseñanzas de nuestros antepasados..

Cazábamos y regresábamos contentos con la carne del monte. Mi mujer me recibía feliz, recién bañada y peinada, con su tarache nuevo. Comíamos hasta quedar satisfechos.

Si quería descansaba, si no, visitaba a los vecinos y hacía mis artesanías;
luego llegaban mis parientes y tomábamos masato, contábamos anécdotas y, si la cosa se ponía bien, terminábamos bailando toda la noche.

Ahora, con el desarrollo la cosa ha cambiado. Hay hora por la mañana para el trabajo. Trabajamos los cultivos de arroz hasta tarde y volvemos a la casa sin nada. Mi mujer, tremenda cara larga, con las justas me pone un plato de yuca con sal. Casi no hablamos, mi hijo va a la escuela que le enseñan cosas de la ciudad. Luego de cosechar, son mil peleas para cobrar una miseria. Todo va para el transporte, para los comerciantes.

Apenas llevo a mi casa unas latitas de atún, uno fideos, y lo peor es que
con esta clase de agricultura se nos va terminando el terreno comunal y pronto no quedará nada. Ya veo a todos mis paisanos rebuscando en los basurales de la ciudad.

Cuando estuve en la ciudad, yo me preocupé por conocer cómo es la vida de
los millonarios y me dijeron que el millonario tiene su casa aislada en medio de lindos paisajes. Que se levanta por la mañana tranquilo para mirar el paisaje, se baña en su piscina. Llega con el desayuno puesto y como no tiene prisa conversa tranquilamente con su mujer y sus hijos.

Los niños van a un colegio selecto donde le enseñan al gusto del padre. El
hombre pasea por la hacienda y pega unos tiros a las aves o pesca, y a su regreso encuentra la mesa puesta y la mujer bien arreglada para el almuerzo.
Duerme después de la comida, o de dedica a pintar o a pequeños entretenimientos de carpintería o cosas así. Luego sale donde los amigos a tomarse un trago y si quieren bailan hasta cuando parece.

Entonces yo me pregunto: Es decir, ¿qué yo como todos mis paisanos
acabaremos en los basurales para que uno o dos millonarios puedan hace la vida que nosotros hacíamos antes?

¿Qué es esto del desarrollo?               

Andrés Nuningo, Líder del pueblo Huambisa.

Enero de 1994