Luchar pacíficamente por los derechos humanos. Eso es lo que ha hecho Nasrin toda su vida. Como abogada defendía a las mujeres que se negaban a acatar las degradantes leyes sobre el uso del velo o hijab.
En Irán, a las mujeres y a las niñas no se les permite salir de sus hogares a menos que se cubran el cabello con un pañuelo y los brazos y las piernas con ropa suelta. Nasrin quería cambiar esto y fue detenida por ello.
Las autoridades iraníes interpretan que eso atenta contra la seguridad nacional o es un insulto al “Líder Supremo”.
Y le han impuesto la pena más cruel. La de Nasrin es la sentencia más dura que se recuerde en muchos años contra un defensor o defensora de los derechos humanos .
Y la represión no cesa. En mayo otro abogado, Amirsalar Davoudi, fue condenado a 30 años de prisión y 111 latigazos por denunciar violaciones de derechos humanos a través de la aplicación de mensajería móvil Telegram.
Exige al Líder Supremo de Irán la liberación inmediata e incondicional de Nasrin Sotoudeh y que la sentencia sea anulada ya.
Actualización 28 de enero de 2021:
Tras un nuevo permiso temporal el pasado 8 de enero para recibir tratamiento médico, Nasrin Sotoudeh regresó a prisión el día 20, según información de su marido, Reza Khandan.
No es la primera vez que Nasrin tiene que salir de prisión por motivos médicos. En noviembre de 2020 fue diagnosticada con COVID-19 y permaneció tres semanas fuera de la cárcel para recuperarse. La inquietud respecto a la salud de Nasrin, quien también sufre de problemas de corazón, se ha incrementado en los últimos meses, después de la huelga de hambre de 50 días que realizó el año pasado para protestar contra las condiciones de los presos políticos durante la pandemia.
No pararemos de reclamar a las autoridades iraníes libertad inmediata para Nasrin Sotoudeh #FreeNasrin.
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