El Ayuntamiento de Astorga ha publicado el listado de las solicitudes presentadas a la convocatoria de subvención para pymes y autónomos afectados por la crisis sanitaria de la COVID-19, que presentó en octubre. En total hay 155 solicitudes.
Muchos pequeños trabajadores autónomos que tienen un negocio en Astorga pero su domicilio fiscal en un pueblo cercano por ser su vivienda habitual, no han podido optar a estas ayudas ya que una de las condiciones imprescindibles era tener “domicilio fiscal y local comercial afecto a la actividad radique en el término municipal de Astorga”.
Según el artículo 48 de la Ley General Tributaria se define el domicilio fiscal para las personas naturales o físicas, el de su residencia habitual; y precisa que si la persona natural o física desarrolla principalmente actividades económicas, la administración tributaria podrá considerar como domicilio fiscal el lugar donde esté efectivamente centralizada la gestión administrativa y la dirección de las actividades desarrolladas. Esto les sucede a muchos pequeños trabajadores autónomos que tienen un negocio en Astorga pero su domicilio fiscal en su vivienda habitual.
Sin embargo estos pequeños trabajadores autónomos pagan el alquiler de su local en Astorga, los tributos municipales de sus negocios en Astorga (entre otros el IBI), los proveedores de sus negocios tienen su actividad empresarial en Astorga, para cualquier avería utilizan servicios técnicos de Astorga, y así un largo etc… Nos preguntamos cómo los técnicos de hacienda del ayuntamiento no han tenido en cuenta estos parámetros a la hora de valorar los requisitos para acceder a estas ayudas.
Ya sucedió con el tema de los bonos, que solo fueron facilitados a personas empadronadas en la ciudad cuando en otros lugares, por ejemplo León capital, estaba abierto a todos los ciudadanos que quisieran adquirirlos fueran de donde fueran. Por cierto, la adquisición de bonos no incluía su transacción en alcohol y tabaco. ¿Cómo se controlo esto? No son pocas las personas que disfrutaron de unas cervezas con estos bonos y en el ticket fichado por parte del establecimiento figuraban cuatro “Coca-Colas”.
No es entendible este tipo de razonamientos por parte de la administración local. ¿Qué se pensaría, si por ejemplo, se exigiera que todos los trabajadores que trabajan en el ayuntamiento tuvieran obligatoriamente estar empadronados en Astorga? Si de lo que se trata es de dinamizar la actividad económica de la ciudad, según los parámetros que maneja este ayuntamiento, sería lo normal exigir este “formalismo”.
De todas formas, ya que el número de solicitudes ha sido de 155 – algunas de ellas en revisión – y suponiendo que todas se aprueben, que multiplicado por 400 euros dan un resultado de 62.000 euros. De los 100.000 euros sobrarían 38.000. Convocar con esta suma sobrante una futura convocatoria similar sin la exigencia del domicilillo fiscal (excluyendo a quien ya se le ha concedido) sería hacer justicia para que ninguno de los pequeños trabajadores autónomos que desarrollan su actividad empresarial en la ciudad se sintiera al margen de las ayudas que se supone “son para todos” y que salen de los “impuestos de todos”.
Y es que estamos en lo de siempre, sino que se lo digan a Ti Maragatín.
