Creo que hay muchos dueños y abonados a gimnasios que están de un cabreo que no veas, y es lógico.
Al igual que la Hostelería, los gimnasios han sido unos de los sectores más perjudicados por el cierre decretado ahora, y anteriormente, durante el confinamiento. Los motivos que aducen las autoridades se basan en la proximidad y demás historias: sudor, aerosoles, sitios poco ventilados, lo de siempre.
Sin embargo, nuestros pajaritos, nos han informado que esto no sucede en el cuartel militar de Astorga, el Ralca. Allí las maquinas siguen a pleno rendimiento y los músculos no se atrofian por culpa de la pandemia. Lo que no sabemos es si la cantina también esta operativa, ya seria la hostia. A ver si algún pajarito nos pone al día.