¿Han oído ustedes hablar alguna vez de los “Stella Awards”? (o “Premios Stella”)
Son unos premios que nacieron en Estados Unidos, galardonando las demandas más rocambolescas, absurdas, frívolas y extravagantes del año.
El nombre se debe a Stella Liebeck, una mujer de 79 años, que en 1992 derramó un café hirviendo sobre su regazo en un McDonald´s, en Alburquerque (Nuevo México), que le provocaron quemaduras en piernas, nalgas e ingles. La anciana puso una demanda a la famosa cadena de hamburgueserías por unos 2,9 millones de dólares (la cantidad varía según fuentes); los daños y la indemnización quedó reducida a 480 mil dólares, que francamente, no es moco de pavo por quemarte el muslo con un café caliente que se te ha caído a ti.
Estos premios estuvieron vigentes entre los años 2002 y 2007; en el año 2005, el escritor Randy Cassingham, reunió algunas de estas disparatadas demandas en un libro “The True Stella Awards”, donde se pueden consultar tanto los Premios Stella como los finalistas.
Os voy a contar algunos de los casos, y porqué nos encontramos, por ejemplo, en los vasos del café de McDonald´s “cuidado que quema”, “It´s hot”, o mensajes similares. Lavadoras que aconsejan no introducir seres vivos en su interior, planchas que advierten que antes de planchar hay que quitarse la ropa, y así hasta los extremos más inimaginables… Y pensarán, las compañías son idiotas, ¡pues no! Es que han tenido que hacer frente a las querellas millonarias más absurdas, y han de curarse en salud.
Un restaurante de Philadelphia tuvo que pagar 113.500 dólares a Amber Carson, después de que resbalara con un refresco y se rompiera el coxis. Dicho liquido estaba en el suelo porque ella se lo había lanzado a su novio media hora antes durante una pelea.
Terrence Dickson, en Pennsylvania, estaba robando una casa, y para salir decidió hacerlo por el garaje. No fue capaz de salir por la puerta del garaje porque estaba rota, y al intentar volver a la casa se dio cuenta de que la puerta que conectaba casa y garaje era de un único sentido y se había quedado encerrado en el garaje. La familia estaba de vacaciones, y el señor Dickson estuvo encerrado en el garaje durante 8 días. Estuvo bebiendo Pepsi y comiendo de un saco de comida para perros que encontró. Denunció al dueño de la casa por los daños morales sufridos por aquel incidente, y el jurado accedió a situar la indemnización del propietario al ladrón en 500.000 dólares.
Podríamos contar casos y más casos, si están ustedes interesados, pueden leerlos en la web https://stellaawards.com/.
Sobre todo, tomar nota, siempre se puede demandar una chorrada y ganar un dinero por la cara.