Todas las administraciones locales de la provincia han anunciado a bombo y platillo la creación de actividades para los niños en este “Verano” 2020. Como se puede ver en los programas muchas de las actividades van a tener una serie de cambios debido a la llamada “crisis sanitaria” que nos está tocando vivir.
Lo que no ha cambiado en absoluto en el programa es el absoluto olvido de las necesidades de niños con diversidad funcional, son completamente invisibles para estas administraciones, da la impresión que molestan y no se dedica de un solo euro a crear programas adaptados a este colectivo con personal profesional para tal tarea.
Llama mucho la atención el empeño que se pone en apoyar causas de otros colectivos, como por ejemplo el LGTB, lo cual es muy correcto, y sin embargo otro tipo de colectivos se tienen que buscar los medios por su cuenta. Son los padres los que tienen que asumir todos los esfuerzos para que sus hijos puedan disfrutar de actividades veraniegas asumiéndolo con su tiempo y de su propio bolsillo.
La experiencia nos ha demostrado que parte de la sociedad es muy insensible con este tipo de personas. Lo que nos demuestra la administración con este completo olvido es una discriminación deplorable hacia los más débiles.
Esto ya no se traduce en dolor, es indignación hacia unas medidas que nos perjudican a todos como comunidad. Destruye los principios y valores que contribuyen a construir una sociedad justa y solidaria.
Y lo más preocupante es que se quiera abrir un debate sobre si es conveniente que estos niños puedan perjudicar a otros por su diversidad funcional. Es una absoluta indecencia, la misma indecencia que supuso los insultos en pleno confinamiento.
Quizá muchos de nuestros políticos tendrían que tener familiares directos con diversidad funcional (muy gratificante, por cierto) para que se percataran de lo que es hacer política para todos. Eso sí, muchos de ellos estaban en primera fila viendo “Campeones”. A ver si con la segunda parte.
Unas palabritas de Manuel:
« De todos modos, entiendo que quienes nunca habéis tenido la suerte de convivir con gente “distinta”, tenéis limitaciones que os va a costar superar. Ánimo, mente abierta y ganas de ayudar a cambiar el mundo, para todos es la mejor medicina».