En cine, un Fundido en negro (o Fundido a Negro), sirve para cerrar una secuencia, está asociado al fin de la narración o la historia. En el caso del Fundido en blanco (u otro color), hay una sensación de ambigüedad, puede quedar una puerta abierta. ¿Curioso no? Son recursos muy antiguos.
Un “Fundido en negro” sufrió George Floyd, un afroamericano estadounidense, el 25 de mayo de este año en Minneapolis, cuando fue arrestado por cuatro policías. Mientras esto sucedía, uno de los oficiales presionaba su cabeza contra el pavimento, y Floyd repitió varias veces lafrase: “I can´tbreathe” (“No puedo respirar”). El resto de policías no hizo nada, excepto controlar a los presentes, que grababan las escena con sus teléfonos móviles, escena que corrió por las redes como la pólvora.
George Floyd murió,y los cuatro agentes fueron despedidos al día siguiente. Según algunos medios, Floyd fue arrestado por intentar hacer una compra con un billete falso.
Este hombre no era una joya, había estado involucrado en diversos robos y pasado por la cárcel varias veces; la autopsia preliminar confirmó trazas de metanfetamina y fentanilo, y también sufría de enfermedad de las arterias coronarias y enfermedad cardiaca hipertensiva. Pero esto no justifica la brutalidad policial con la que se le trató.
La muerte de Floyd ha desatado protestas masivas contra el racismo y la violencia policial en EEUU y el resto del mundo en plena pandemia; se estima que han sido las más importantes desde el asesinato en 1968 del líder por los derechos civiles Martin Luther King Jr.
La historia por el reconocimiento de los derechos de los afroamericanos viene de muy lejos, y por lo que se sigue viviendo, aún existe mucho racismo.
Hoy día, tenemos personas como Cornel West, filósofo, negro, y profesor de grandes universidades como Yale, Princeton o Harvard. Se le reconoce como uno de los líderes que mantiene vivo el legado de Martin Luther King. En una entrevista en la BBC habla de lo que considera un “experimento social fallido” en EEUU, el “legado de la supremacía blanca” y expresa su oposición tajante ante Donald Trump.
He llegado a recopilar tanta información sobre este tema, que he pensado incluso en desestimar el artículo, porque es un tema tan complejo… pero creo verdaderamente que existe el racismo y los microrracismos, sobre todo en los Estados Unidos.
Puedo defender, sin ningún género de dudas, todo tipo de manifestación pacífica, sobre todo, cuando estamos hablando de los Derechos Fundamentales de las Personas. Lo que no puedo defender, son las manifestaciones en las que existe vandalismo: asaltar y destrozar la propiedad privada, romper escaparates, robar en tiendas… y todo en nombre de George Floyd.
No sé si ha sido la tensión acumulada por el Coronavirus, pero los últimos acontecimientos se han salido de madre. En EEUU se están derribando estatuas de Cristóbal Colón, Isabel la Católica y hasta de Don Miguel de Cervantes. Si te apuras, aunque no lo defiendo, puedo entender que a Colón y a Isabel La Católica los consideran defensores de la esclavitud. Pero qué tendrá que ver Cervantes o Fray Junípero Serra, que fue un evangelizador y defensor de los derechos de los indígenas.
Desde luego Donald Trump no ha ayudado, sino que está haciendo todo lo posible por empeorar las cosas; algunos de sus famosos tuits: “Cuando comienzan los saqueos, comienzanlos disparos”, o también llamó “delincuentes” a los manifestantes… Que vamos a esperar de semejante individuo.
La violencia no es el camino. Si me preguntan cuál es el camino, viendo cómo está el sistema judicial a nivel mundial… no lo sé… pero nunca el “ojo por ojo”, y nunca la violencia.
Ojalá no hubiera colores, ni racismos, ni violencias disfrazadas de ideologías (que hay gran parte de eso).
George Floyd, se están aprovechando de ti.
Tú, Descansa en Paz.
