Hace unos meses el Ayuntamiento de Astorga llevo a cabo la renovación del alcantarillado y suministro de agua en distintas calles de Astorga. La labor fue llevada a cabo por Aquona. La obra contratada tan solo contemplaba la renovación de la red, con fondos de la Diputación. Fueron unas obras que duraron más tiempo del que muchos vecinos y comerciantes hubieran deseado, y sin previo aviso. Esto se le hizo saber al alcalde por algún comerciante a lo que el alcalde contesto con prontitud y amabilidad. Una vez terminado la renovación del alcantarillado y de la red las aceras fueron todas tapadas con cemento.
En estos momentos están ultimándose la renovación de las aceras en San Justo de la Vega, localidad situada a escasos kilómetros de Astorga. En este caso, las aceras están siendo adoquinadas lo cual le da un aspecto más humanizado a la localidad. Estas obras se han realizado con fondos que la Diputación aprobó según el Plan de Cooperación Local.
En muchas ocasiones los vecinos no comprendemos, como una y otra vez, las aceras de la ciudad son levantadas con los costes que eso ocasiona. Suponemos que el ayuntamiento de Astorga aprovecho esos fondos para realizar estas obras que seguramente no se podrían hacer con un presupuesto propio municipal. Al final todo se trata de presupuestos y subvenciones, y de no perder la ocasión.
La opinión pública se pregunta sí no sería mejor hacer de una sola vez las cosas y hacerlas bien. Es de inteligentes actuar de esa manera. Cuesta entender si en los despachos de la Diputación, Junta de Castilla y León o Fomento no hay mentes que piensen las actuaciones de una manera razonable. Son personas bien formadas, bien pagadas con los impuestos de los contribuyentes pero parecen un poco alejadas de la realidad.
Al final no cabe criticar que los ciudadanos se creen una opinión pésima de sus gobernantes. Se lo ganan a pulso.