Sobreexplotación de información que da buenos réditos

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“Nuestro medio que nació con un modelo mayoritariamente de suscripción, ha decidido abrir sus contenidos al entender que la salud pública se encuentra por encima de todo”.  Un medio cualquiera a día de hoy.

Si caen todos aquellos que viven de la publicidad institucional de los gobiernos de turno, los ciudadanos no habremos perdido nada, es más, solicito expresamente que los medios de información sean absolutamente independientes económicamente, no es tan difícil ni es tan caro. Si la información que vemos todos los días en los diarios digitales y en papel, televisiones, radios, etc…  fuera fehaciente, independiente, no tendría ningún problema en costearla. Pero no es así.

Si realizas una búsqueda en el dueño del mundo digital (google) e introduces” información controlada y planificada” todos los resultados (hacer la prueba, es muy interesante) hacen referencia a  la “economía planificada “.         

La base de esta “sobreexplotación de información” es muy clara: desinformación, control económico, descontrol mental. Todos nosotros estamos viviendo esta mala experiencia haciéndonos preguntas continuamente, preguntándonos cuál ha sido el motivo de esta situación, si ha sido algo involuntario o controlado desde el principio, buscando soluciones. Al no ofrecérsenos ninguna respuesta los medios de comunicación se han puesto las pilas, es decir, seguir las directrices que le marcan cada gobierno, incrementar información sobre la higiene, las nuevas normativas, los créditos a fondo perdido, las prestaciones, los ertes, el distanciamiento social, el futuro incierto. Jamás en la historia se había dado algo parecido, aceptamos como ovejas todo lo que pretenden hacer con nosotros.

Pensándolo bien, no van a existir muchas diferencias entre la anterior situación informativa con la que se nos viene encima. Muchos medios van a dejar de recibir ingresos por publicidad, lo cual va a significar su desaparición que finalmente les llevara a una reflexión, ¿y si hubiéramos ido al fondo de la cuestión, buscar información fehaciente, lanzársela al lector, darles respuestas y no normas tan absurdas?, ¿y si en vez de publicar cantidad hubiéramos publicado calidad?.

Posiblemente a las marcas publicitarias y organismos gubernamentales de comunicación no les hubiera gustado, por lo tanto su desaparición estaba cantada.

 Pero al menos lo hubieran hecho con dignidad.             

La prensa de mañana:

https://www.boe.es/boe/dias/2020/05/09/pdfs/BOE-A-2020-4911.pdf